Si, nos colgamos, no tenemos excusas. Por eso en los últimos días nuestro blog no presentó novedades. Qué le vamos a hacer, estamos viejos y no podemos con todo. Juramos que vamos a actualizar el blog después del almuerzo y nos tira la siesta; volvemos a jurar que escribimos algo a la noche y nos dormimos mirando la tele. En fin. Acá estamos después de varios intentos por seguir haciendo veinte cosas a la vez, como cuando éramos jóvenes, para contarles un poco qué pasó en las últimas ediciones de nuestro ya viejo y querido Viernes Santo.
Sobre el programa del viernes 19 mejor hablar poco. Tuvimos que remarla como tres viejos guitarreros porque nos fallaron los invitados y Fede perdió momentáneamente el celular que le permite hacer el único móvil nocturno de Esquel, así que no nos quedó otra que hablar sin parar durante mucho tiempo, pedir la colaboración de nuestro operador, Juan Manuel, para que nos charle un poco y generar peleas a lo Tinelli para ocupar el tiempo. Sólo fuimos salvados sobre el final por los chicos de la banda de reggae Motska que vinieron a presentar sus primeras canciones, horas antes de tocar en el Trochita Rock.
El viernes pasado, por suerte, la cosa mejoró. Fede, con su teléfono reencontrado, se dio una vuelta por el Melipal y charló con Jorge Oriola minutos antes de la presentación de su novela “Entre las sábanas de Doña Rosa”. Después nos comunicamos con las chicas que estaban a punto de empezar su Pizza Libre Show en Don Pippo, y Mili recomendó la película Borat.
El final fue a toda orquesta con la banda de rock Bayer, integrada por alumnos de la escuela Politécnica.
Sobre el programa del viernes 19 mejor hablar poco. Tuvimos que remarla como tres viejos guitarreros porque nos fallaron los invitados y Fede perdió momentáneamente el celular que le permite hacer el único móvil nocturno de Esquel, así que no nos quedó otra que hablar sin parar durante mucho tiempo, pedir la colaboración de nuestro operador, Juan Manuel, para que nos charle un poco y generar peleas a lo Tinelli para ocupar el tiempo. Sólo fuimos salvados sobre el final por los chicos de la banda de reggae Motska que vinieron a presentar sus primeras canciones, horas antes de tocar en el Trochita Rock.
El viernes pasado, por suerte, la cosa mejoró. Fede, con su teléfono reencontrado, se dio una vuelta por el Melipal y charló con Jorge Oriola minutos antes de la presentación de su novela “Entre las sábanas de Doña Rosa”. Después nos comunicamos con las chicas que estaban a punto de empezar su Pizza Libre Show en Don Pippo, y Mili recomendó la película Borat.
El final fue a toda orquesta con la banda de rock Bayer, integrada por alumnos de la escuela Politécnica.
A las 22 respiramos aliviados. Increíblemente todo había salido bien. El desafío se redobla. El objetivo es que todos tengan un espacio para expresarse, para tocar su música, para presentar su obra, para enseñar su receta más famosa, para difundir un nuevo entretenimiento, un espectáculo. El templo de la cultura, la noche y el buen comer sigue abierto. Los esperamos a todos.
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